ESTACIÓN MARÍA
ZAMBRANO, 7
Balbina
Prior y su Memoria histórica
Durante los años 2009, 2010 y 2011 se
celebraron en Málaga unos Conciertos de Año Nuevo que nada tenían que ver con
los tradicionales y rígidos que nos retransmiten desde Viena cada uno de enero.
Los de Málaga nacieron con cierto espíritu de contestación antivienesa. La idea
germinal fue de Juan Antonio Vigar y trabajamos en ella para ofrecer cada nuevo
enero algo realmente nuevo, no viejos valses repetidos. Encargamos a jóvenes
estudiantes de composición del conservatorio de Málaga que crearan música para
poemas de poetas andaluces contemporáneos. Los compositores mostraban
incredulidad y entusiasmo ante los encargos, ya que la Málaga virgen de toda la
vida les solía encomendar, como mucho, la composición de alguna marcha procesional para la Semana Santa
de la ciudad, según dijeron.
Este poema magnífico de Balbina Prior
(a la que aprecio enormemente desde que leí su traducción del subversivo poema del gatillazo de Aphra Benn) fue convertido
en aria para tenor por José Jiménez Carra y ejecutado por Luis Pacetti en el Auditorio de la
Diputación de Málaga el 15 de enero de 2011. Las actuaciones (hay poemas de
María Victoria Atencia, Josefa Parra, Mercedes Escolano, Raquel Lanseros, Juana
Castro, Francisco Ruiz Noguera, Antonio Carvajal, Caballero Bonald, Vicente
Núñez, etcétera) están recogidas en un CD adjunto a la antología de poesía
andaluza contemporánea Y habré vivido,
publicada en la colección La sirena inestable, 2, del Centro Generación del 27.
Memoria
(La Campana) histórica
Atraviesa mi abuela
campos abandonados
por la guerra. Cruza
las sementeras desiertas con su hijo
a cuestas. Los campos, cobijo del
miedo,
mi abuela con su hijo a cuestas.
Campo a través, mi abuela,
con hambre y el fusil.
Esperando
a los bárbaros.
Bárbaros en España, abuela.
Atraviesa el campo abandonado,
sin
satélites, portátil, ni GPS, mi abuela.
Los campos entregados al enemigo.
Cunetas va dejando atrás,
atrás a la guerra.
Paseados en las cunetas atrás
llenan las sementeras. Bajo
la arena los paseados sin destino ni
futuro, sin frontera.
Mi abuela, sin portátil, sin comida,
ni GPS,
huye a pie hacia La Campana,
mi abuela, con su hijo en brazos, mi
abuela.
Dejo atrás el recuerdo de La Campana
y la señal en la autovía que me
anuncia:
mi abuela, La Campana, mi abuela.
(Balbina
Prior, Timos de la Edad Desnuda,
2008)
Copio
ahora el texto del programa de mano de aquel concierto:
De sirenas y puertos
Por tercer año consecutivo, la Orquesta Sinfónica
Provincial de Málaga y el Centro Cultural Generación del 27 se alían en enero
para ofrecer, en un concierto de muy especiales características, un mensaje de
buena poesía y buena música que dé una entrada jubilosa al año que se acaba de
estrenar. Se trata, de nuevo, de un concierto cargado de novedad, de estrenos
absolutos, tutelado por el antiguo espíritu renovador y creativo del grupo de
artistas que conformaría la
Generación del 27 y animado por el impulso vital y el
espíritu de esperanza que acarrea todo año nuevo en sus inicios.
De nuevo se han encargados piezas
inéditas a jóvenes compositores malagueños, piezas basadas en textos poéticos
de altura. En 2009 los estrenos giraban en torno a las grandes figuras del 27
como Luis Cernuda (con un tema estremecedor basado en “Las ruinas”), José Moreno
Villa o Manuel Altolaguirre. Tanto en 2010 como en la ocasión presente los textos
propuestos a los compositores de nuestra ciudad (J. Ignacio Pecino, José J. Carra, S García Cuba, Pablo Gómez
Trujillo, Arturo Díez Boscovich) son creaciones de poetas contemporáneos. Si el
pasado año escuchábamos los versos de bardos más veteranos como Vicente Núñez,
José Manuel Caballero Bonald o María Victoria Atencia, así como de otros en
plena madurez como Juan Drago, Mercedes Escolano, Francisco Ruiz Noguera o
Juana Castro, en 2011 se incorporan voces poéticas aún más jóvenes: las de
Raquel Lanseros, Balbina Prior, Josefa Parra o Jesús Aguado. Además, sonará por
vez primera un espléndido soneto amoroso de Antonio Carvajal y volveremos a
escuchar el vals que en homenaje al desaparecido poeta antequerano José Antonio
Muñoz Rojas compuso en 2009 Arturo Díez Boscovich. Una sola obra instrumental
(otro estreno: Preparativos para el viaje,
de Ramón Roldán), nos hará soñar entre las piezas vocales señaladas. Y nos
iremos, como otros años, con Jacinta,
un tema alegre, festivo y vitalista sobre textos de otro ilustre malagueño,
José Moreno Villa.
Nos ha animado, a la hora de proponer y
encargar estas obras novísimas, el deseo de abrir un espacio puro a la
creatividad más incipiente y libre, más juvenil y desasida de los imperativos
cotidianos que a menudo atenazan al artista. Y nos anima, en último término, como
ya decíamos el pasado año, el deseo de reunir y poner música a una muestra de
lo más granado de la poesía andaluza contemporánea, porque nadie podrá dudar,
si se toman en sentido amplio y no como etiquetas limitadoras los términos andaluz y contemporáneo, de la abundancia y riqueza de la producción lírica
de las últimas décadas en las ocho provincias más meridionales de la Península. Las
obras que se estrenan esta noche, junto a varias piezas ya estrenadas en los
Conciertos para el Nuevo Dos Mil Nueve y Dos Mil Diez tendrán como destino su
publicación en el marco de una colección de libros disco promovida por el
Centro del 27 que porta el cernudiano nombre de La sirena inestable. Será un volumen muy especial que reunirá, en
distintos soportes, la palabra escrita, la palabra sonora, talentos y voces
jóvenes y eternas, la poesía y la música: la vieja hermandad de Euterpe y de Polimnia
en pleno siglo XXI.
José Ángel Valente, poeta
cuasialmeriense, lo escribió a propósito del tiempo: nos da la transparencia para que el mundo pueda verse a través de
nosotros o pueda oírse como oímos el sempiterno rumor del mar en la concavidad
de una caracola. Con la poesía y con la música alcanzamos la conciencia de
esa transparencia que nos lleva a sentirnos hermosamente fundidos con el mundo.
Esperamos compartir estos anhelos y estas certidumbres en esta noche en la que
además, se cumplen ochenta años de la inauguración del Conservatorio de la
ciudad de Málaga. Si la sirena inestable era, para Luis Cernuda,
el símbolo del destino insobornable al que debe encaminarse todo creador, qué
duda cabe de que esta noche, al menos, alguna inapresable sirena de esa estirpe
se habrá acercado, intrigada, a nuestros puertos.
Aurora Luque
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